Probióticos Para Niños: ¿Cuándo Son Recomendables? Una Pediatra Lo Explica. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden proporcionar beneficios para la salud. En el caso de los niños, los probióticos pueden desempeñar un papel importante en el apoyo a su sistema inmunitario y en la mejora de su digestión. Sin embargo, ¿cuándo son recomendables los probióticos para los niños? Una pediatra lo explica.
En este artículo, una pediatra analiza los beneficios de los probióticos para los niños, cuándo son recomendables, los tipos de probióticos disponibles y las fuentes alimentarias de los mismos. También aborda las preocupaciones de seguridad y proporciona pautas sobre la dosificación adecuada para garantizar un uso seguro.
Beneficios de los probióticos para niños
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden proporcionar beneficios para la salud de los niños. Estos beneficios incluyen:
Apoyo al sistema inmunitario: Los probióticos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario de los niños, haciéndolos menos susceptibles a las infecciones. Un estudio encontró que los niños que tomaron probióticos durante 12 semanas tuvieron menos probabilidades de desarrollar infecciones del tracto respiratorio, como resfriados y gripe.
Mejora de la digestión: Los probióticos pueden ayudar a mejorar la digestión de los niños al descomponer los alimentos y producir enzimas que ayudan a absorber los nutrientes. También pueden ayudar a reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII), como dolor abdominal, diarrea y estreñimiento.
Salud bucal
Los probióticos también pueden ayudar a mejorar la salud bucal de los niños al reducir la cantidad de bacterias dañinas en la boca. Un estudio encontró que los niños que tomaron probióticos durante 6 meses tuvieron menos caries y gingivitis.
Cuándo son recomendables los probióticos para niños
Los probióticos pueden ser beneficiosos para los niños en ciertas situaciones, como después de tomar antibióticos o durante los viajes.
Después del tratamiento con antibióticos, los probióticos pueden ayudar a restablecer el equilibrio de las bacterias buenas en el intestino, que pueden verse alteradas por los antibióticos. Esto puede ayudar a prevenir la diarrea y otros efectos secundarios de los antibióticos.
Viajes
Los probióticos también pueden ser beneficiosos para los niños que viajan, especialmente a países en desarrollo. Los probióticos pueden ayudar a proteger contra las bacterias dañinas que pueden causar enfermedades como la diarrea del viajero.
Seguridad y dosificación: Probióticos Para Niños: ¿Cuándo Son Recomendables? Una Pediatra Lo Explica
Los probióticos generalmente se consideran seguros para los niños, pero hay algunas precauciones a tener en cuenta.
En general, las cepas probióticas más comunes utilizadas en suplementos para niños son seguras y bien toleradas. Sin embargo, es esencial elegir productos de alta calidad de fabricantes acreditados para minimizar el riesgo de contaminación o efectos adversos.
Dosificación, Probióticos Para Niños: ¿Cuándo Son Recomendables? Una Pediatra Lo Explica
La dosificación adecuada de probióticos para niños varía según la cepa específica y el producto utilizado. Es crucial seguir las instrucciones de dosificación proporcionadas en el envase del producto.
Para garantizar la seguridad, es aconsejable comenzar con una dosis baja y aumentarla gradualmente según sea necesario. También es esencial evitar dosis excesivas, ya que pueden provocar efectos secundarios como diarrea o malestar estomacal.
Precauciones
Los niños con sistemas inmunitarios debilitados o que toman medicamentos inmunosupresores deben consultar con un profesional de la salud antes de tomar probióticos. En estos casos, los probióticos pueden interactuar con los medicamentos o aumentar el riesgo de infección.
En resumen, los probióticos pueden ser beneficiosos para los niños en determinadas situaciones, como después del tratamiento con antibióticos o durante los viajes. Sin embargo, es importante consultar con un pediatra antes de administrar probióticos a un niño para determinar si son adecuados y cuál es la dosis correcta.